Historia

                Alcaraz, ha recibido la influencia de sucesivos pueblos a su paso a través de la historia. Íberos, celtas, romanos, visigodos, árabes, hebreos y castellanos, nos dejaron vestigios de su cultura en el discurrir de los siglos.

                El origen de la ciudad se remonta al Neolítico, sobre el V milenio a.C, con la introducción de la cerámica, los primeros intentos para iniciar la agricultura y la domesticación de animales. A estos momentos pospaleolíticos corresponden las pinturas rupestres.

                A partir del II milenio a.C. se incrementa el índice de asentamientos en poblados fortificados de altura, alrededor de "Los Batanes" y en este caso en la "morra" existente en la "Piedra de la Molata".

                Hacia principios del siglo IV y III a.C. la sociedad ibérica llega a su máximo esplendor, situando sus poblados en lugares elevados donde controlaban los pasos naturales. Concretamente en la piedra de "La Molata" que se conoce como "El Santo", donde encontramos restos de cimientos de casas y calles perfectamente configuradas, entre otros restos. Posiblemente este poblado pudo ser la antigua URCESA, en cuyos aledaños se encontraba una necrópolis con sus tumbas excavadas en roca y completamente expoliadas y también se cree que un santuario íbero.

                Ya en la época romana la importancia de la zona se potencia con el trazado del camino de "Aníbal", que discurre por términos municipales colindantes a Alcaraz. Aún así, encontramos en Alcaraz pocos vestigios romanos, y principalmente se centran en los puentes como el del río Guadalmena dirección a Povedilla.

                En la época visigoda y durante el reinado del rey Teodomiro la ciudad fue conocida como "CASTAN " o "CASTAON", conservándose de esta época un jarrón litúrgico de bronce y que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. También parece ser de este periodo las tapas de piedra que se encuentran en la Iglesia de la Trinidad.

                Los árabes, toman la ciudad en el año 712 cambiando su ubicación al cerro de San Cristóbal y transformando su nombre en "AL-KARAZ", cuya traducción en árabe es "el cerezo" aunque según otra grafía "AL-KARAS" significaría "lo consagrado".

                Durante esta época, dos poblaciones destacaban sobre el resto: Chinchilla y Alcaraz. Durante estos siglos de su dominación se recibió de ellos una gran influencia que en algunos aspectos todavía perdura en nuestros días: riego por medio de acequias, vocabulario, etc..., pero sobretodo , lo que deja la marca de los árabes es la elaboración artesanal de alfombras que daría una gran fama y prestigio a Alcaraz. De esta época son los restos que quedan del castillo y la Torre de Gorgojí.

                No faltan las leyendas que hacen referencia a tesoros y pasadizos que todavía existen en algunas casas de la localidad y que, supuestamente, se comunican y conducen a una salida secreta del castillo.

                Durante la Edad Media, Alfonso VIII, rey de Castilla, al año siguiente de la batalla de las Navas, se situó en el castillo de Atalaya, cerca del actual Monasterio de Cortes, poniendo cerco a la fortaleza de Alcaraz, gobernada por Aben-Hamed, cadí de la ciudad.

                El 23 de Mayo de 1213, los de la Cruz y Santiago ondean en la fortaleza, haciendo su entrada solemne el rey Alfonso VIII y oficiando la misa de acción de gracias el arzobispo de Toledo, Ximénez de Rada. Derribaron las mezquitas a excepción de la que convirtieron en sagrada en honor a San Ignacio, patrón de Alcaraz.

                Alfonso VIII dotó a Alcaraz de un fuero propio basado en el de Cuenca, con inteligentes medidas encaminadas a la repoblación de la comarca. El fuero de Alcaraz es el mas antiguo de la provincia de Albacete. A partir de que Alcaraz sea recuperada a los árabes, se procede a la organización del concejo alcaraceño y a su repoblación.

                En el s.XVI, la ciudad llega a su máximo apogeo y esplendor en artes y letras, siendo sus representantes cumbres el Bachiller Sabuco y el arquitecto Andrés de Vandelvira.

                Como curiosidad, podríamos decir que en el cementerio de Santa María de Alcaraz se cree descansan los restos de El Pernales, uno de los últimos bandoleros, muerto en 1907.

La importancia medieval de la ciudad justifica sobradamente la leyenda que hay en el escudo.

"Cabeza de Extremadura y 
Llave de toda España"