Historia

                Restos arqueológicos del neolítico encontrados en los alrededores de Salobre demuestran ya la presencia humana en la zona. Existen también indicios de poblados Iberos y Musulmanes en la aldea de Reolid (se dice que podría ser la antigua Bergula mencionada por Ptolomeo). Evidencias, pues, de que estas tierras fueron ya pobladas en la antigüedad.

                Salobre presenta un desarrollo histórico poco conocido pero no por eso menos importante. El nombre del pueblo se debe a un paraje cercano a la localidad, denominado El Salado.

                La historia de este pueblo va de alguna manera ligada a la de Alcaraz, ya que perteneció al Concejo de Alcaraz desde que este se formó en el siglo XIII ejerciendo su jurisdicción político-administrativa no sólo sobre el Salobre sino también sobre un amplio territorio que se extendía por toda la Sierra de Alcaraz, e imponiendo a sus aldeas el pago de tributos visiblemente señoriales, entre ellos el conocido como "cuenta de San Miguel".

                En el siglo XVIII tuvo lugar una cierta actividad minera, se instaló una fábrica de fundición de bronce, filiar de las existentes en Riopar. Aun se conservan al lado del río las ruinas de varios molinos de agua relacionados con esta industria metalúrgica.

También precisa interés la fábrica de hojalata establecida en Salobre en 1788, que aprovechaba las minas de hierro de sus inmediaciones.

                En el s.XIX  las tierras de Alcaraz pasaron a formar parte de la nueva provincia de Albacete, fue entonces cuando Salobre pasó a formarse como municipio